- Agradeciendo personalmente a todos los empleados su buen trabajo.
- Estando dispuesto a sacar tiempo para escucharlos.
- Ofreciendo “feedback“ específico acerca de su rendimiento.
- Fomentando un ambiente de trabajo donde reine la confianza, la iniciativa y la creación de nuevas ideas.
- Compartiendo información sobre nuevos productos y estrategias.
- Involucrando a los empleados en las decisiones.
- Alentándolos a sentirse dueños de su trabajo.
- Permitiéndoles crecer y adquirir nuevas habilidades.
- Celebrando sus éxitos.
- Tomándose el rendimiento como base para reconocer su trabajo y ayudándolos a mejorarlo.